miércoles, 12 de marzo de 2014

NI REFUGIADO NI ASILADO... ¡PRÓFUGO!




NI REFUGIADO NI ASILADO... ¡PRÓFUGO!


Según las leyes internacionales que rigen el bien vivir de la humanidad, el asilo humanitario es la práctica de ciertas naciones de aceptar en su suelo a inmigrantes que se han visto obligados a abandonar su país de origen debido al peligro que corrían por causas raciales, religiosas, guerras civiles o catástrofes naturales.
Los refugiados se ven forzados a huir porque no disponen de la suficiente protección por parte del gobierno de su propio país.
Mientras que el asilo político es el derecho que tiene una persona a no ser extraditado de un país a otro que lo requiere para juzgarle por delitos políticos.
De acuerdo con la Convención de Ginebra sobre el Estatuto de los Refugiados, un refugiado es una persona que "debido a fundados temores de ser perseguida por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un determinado grupo social u opiniones políticas, se encuentre fuera del país de su nacionalidad y no pueda o -a causa de dichos temores- no quiera acogerse a la protección de su país.
Con la aclaración de quién es un refugiado o asilado, surge esta gran interrogante: ¿qué es Marcelo Soza? En las últimas horas diversos medios de comunicación, portales y en las redes sociales se ha especulado que el ex fiscal se encuentra en Brasil, refugiado o asilado por este país.
Pero será que el hombre que ha perseguido, extorsionado y encarcelado a la sociedad cruceña que disiente del régimen del Movimiento al Socialismo puede acceder a esta condición de indefensión, para ser protegido por un país como Brasil?
Durante más de 4 años, desde el asalto y asesinato de tres personas en el Hotel Las Américas, Marcelo Soza fue el brazo represor del Gobierno desde el Ministerio Público. En el supuesto caso denominado terrorismo se violentaron todos los procedimientos legales y se violaron cuantos derechos humanos pudieron.
Es necesario recordar que quienes se identificaron con la autonomía fueron reprimidos, secuestrados, amordazados, trasladados a La Paz, despojados de sus bienes y sus familias, por el fiscal Marcelo Soza, cumpliendo las órdenes de la red de extorsión encarnada en el Ministerio de Gobierno de Evo Morales.
Hoy, a casi 5 años de la matanza en el Hotel Las Américas, donde dicho sea de paso se ha reconfirmado mediante instancias internacionales y la misma voz del fiscal acusador que todo ello fue un montaje, se ha volcado la tortilla para quien apuntó infamemente contra los autonomistas, empresarios, cívicos, políticos y todo aquel que le estorbaba al Gobierno del MAS.

Audios, fotos, videos, confesiones y declaraciones pusieron al descubierto la verdadera identidad de Marcelo Soza, y el show que montó a encargo del Palacio Quemado. “A confesión de partes, relevo de pruebas”, reza un viejo dicho jurídico en Bolivia que es muy aplicable en este caso, ya que de la misma voz del ahora acusado se ha revelado el secreto mejor guardado del MAS, y su estrategia de desarticular la oposición.
Para nadie es desconocido que en nuestra amada Bolivia falla todo, desde el transporte público hasta la salud, educación y sobre todo la justicia; esa justicia maltrecha que tiene injustamente detenidas a más de 30 personas, a centenares de perseguidos políticos y decenas de asilados por el caso de supuesto terrorismo.
Ahora ni el fiscal general del Estado, Ramiro Guerrero, sabe del paradero del acusado de extorsión Marcelo Soza Álvarez, por lo que responsabilizó al fiscal anticorrupción, Enrique Montaño de Sucre, por no ejecutar la aprehensión por incumplimiento de deberes. Asimismo apuntó a los fiscales de La Paz y Santa Cruz por demorar las investigaciones del caso extorsión, donde el ex representante del Ministerio Público es acusado junto a su abogado Moisés Ponce de León, de quien también se desconoce su paradero. ¡Qué paradoja!
La declaración de Guerrero se produce en medio de fuertes versiones de una posible fuga a Brasil o Perú de Marcelo Soza, quien debía presentarse ante la fiscalía anticorrupción de Santa Cruz, luego de haber sido citado a través de edictos de prensa, para responder a acusaciones de extorsión a Zvonko Matkovic y otros, a cambio de ser excluidos de la lista de imputados por terrorismo, del que fue su principal investigador.
Para empeorar la situación, se conoció que el abogado Moisés Ponce de León abandonó el domingo pasado la clínica policial Virgen de Copacabana de La Paz, por sus propios medios, adonde se internó el 7 de marzo para una intervención quirúrgica por una dolencia de hernia.
Ningún abogado o sabedor de las chicanerías jurídicas desconoce que una forma de evitar la cárcel o una audiencia, es presentar un informe trucho de enfermedad. Hoy los cómplices han sido los forenses de La Paz, Silvia Eugenia Yucra Ortiz y Cristian Vargas Camacho, que recomendaron 20 días de reposo y 30 días sin actividad física. Este certificado le permitió al extorsionador evadir nuevamente una citación para el 8 de marzo. Sin embargo, Ponce fue visto el lunes en inmediaciones de su oficina en un céntrico hotel, a donde asistió caminando en forma normal.
En torno al audio denunciado, en el que Soza comenta que el caso terrorismo fue un montaje del gobierno, el fiscal Guerrero dice que hay fiscales que están llevando actos investigativos antes de disponer el peritaje solicitado por la senadora denunciante, Carmen Eva Gonzales; aunque dizque la excesiva carga laboral de 1.000 y 1.500 que tiene cada fiscal, dificulta la celeridad del caso. Como si este caso no fuera importante y no llevara casi 5 años.
Con relación al caso extorsión, responsabilizó a los abogados de Marcelo Soza y Moisés Ponce de León, por el uso abusivo de recusaciones, excepciones e incidentes que demoran la investigación y dejó en manos del fiscal de materia la celeridad de las investigaciones, tal como en su momento habría instruido. O sea, se lava las manos y evade su responsabilidad.
Desde el comienzo, los investigados presentaron más de diez incidentes tanto en La Paz como en Santa Cruz, en el objetivo de trasladar el caso extorsión a la Sede de Gobierno por tener las mayores garantías del proceso. Soza insiste en trasladarlo porque hay mayor protección gubernamental.
Como el caso Soza ya era insostenible para el Gobierno y las pruebas en su contra son irrefutables, como todo Judas, el MAS decidió darle la espalda y antes que Soza hable o lo silencien, al parecer ha fugado al Brasil.
Si esto es así, sería un desastre para el Ministerio Público, porque es la instancia que está encargada sobre los procesos en los que está implicado Soza. En todo caso, si fugó o no del país, el proceso debe continuar contra el ahora prófugo Marcelo Soza y todos sus cómplices.
--
Un saludo,


Rafael D. López M.

DIPUTADO NACIONAL

Santa Cruz de la Sierra - Bolivia
 

EL PARLAMENTO BOLIVIANO Y LA DEMOCRACIA PACTADA

 EL PARLAMENTO BOLIVIANO Y LA DEMOCRACIA PACTADA La vida parlamentaria se inicia en Bolivia en el 1826, inicialmente con el nombre de Congre...